Tomás Guillén/ Ayuntamiento de ArchenaDescargar el Programa de Festejos Moros y Cristianos 2009 en formato PDF
VIERNES, DÍA 5 DE JUNIO. DÍA DE LA TRADICIÓN
22,00 horas.- Jardinillo de Villarrías: Certamen de Gachasmigas Archeneras (Peñas Migueras).- Después, (Sobre 00:00 horas) Campeones y participantes en pasacalles recorrerán calles y avenidas céntricas
SÁBADO, DÍA 6 DE JUNIO.- DIA DEL ESPECTÁCULO
11,00 horas.- Pasacalles de Bienvenida de Kábilas y Cuarteles festeros. Desde plaza España, avenida del Carril y plaza 1º de Mayo.
18,30 horas.- Entrada Oficial de Bandas de Música participantes en el Desfile Grande. Por plaza 1º de Mayo y Avenida del Carril hasta confluencia calle San Juan.
19,30 horas.- GRAN DESFILE-PARADA de Moros y Cristianos
Apertura Desfile – Espectáculo medieval
Mesnada Cristiana de la Orden de Santiago de Murcia
Mesnada Cristiana de los Caballeros y Damas de San Juan de Jerusalém de Murcia
Cuartel Cristiano de la Orden de San Juan de Jerusalém de Archena
Cábila de los Moros Almohades de Murcia
Comparsa Mora de los Beduinos de Orihuela
Cábila Mora Mudéjares de Archena
Cábila Mora de los Almohades de Archena
Itinerario: Avenida del Carril confluencia Calle San Juan, plaza 1º de Mayo y Crta. Balneario confluencia calle Siria.
22,30 horas.- Fiesta en los Cuartelillos de Moros y Cristianos de Archena en Cine de Verano
DOMINGO, día 7 de JUNIO.- DIA DE LA HISTORIA Y DE LA PATRONA
11,30 horas.- Recogida en Calle San Juan a Embajadores Moro y Cristiano
12,00 horas.- Pasacalles de Acompañamiento y ALARDE de ARCABUCERÍA por avda. del Carril y plaza 1º de Mayo hasta Jardinillo de Villarrías
13,00 horas.- ESCENIFICACIÓN DE LAS EMBAJADAS DE ARCHENA (Entrega y Condiciones de la Carta Puebla Medieval del Comendador de la Orden de San Juan al Embajador de la Aljama Mudéjar de Archena – 1462-) en Jardinillo de Villarrías.
18,30. horas.- Ofrenda de Flores a la Patrona de Archena, Virgen de la Salud, por los festeros integrantes de grupos moros y cristianos de Archena, con acompañamiento de una Colla de Dulzainas y Percusión.
Toda la Calle Mayor, Plaza del Príncipe hasta la Iglesia Parroquial San Juan Bautista.
Razón de ser del Festejo de Moros y Cristianos en ArchenaEl hecho de que esta fiesta se celebre en más de 250 poblaciones y ciudades de España y hasta en América ha sido el motivo principal para que historiadores, investigadores, sociólogos y antropólogos se hayan y continúan ocupándose de ella. Es quizás el festejo con más tradición y que más siglos ha permanecido presente en las leyendas y festejos de muchos pueblos. La frase tópica y tan manida de que “eso es de tiempo de moros” se ha oído en cientos y miles de rincones de España y, sobre todo, en el sur y sureste español. Siete siglos conviviendo y luchando moros y cristianos no es fácil olvidar tan rápido.
Patronos, Vírgenes, milagros y secuencias históricas se producían y sucedían en cualquiera de estos siglos en multitud de ocasiones. Algunas de ellas con tanto arraigo entre la población que quedaron impregnadas para siempre en generaciones y generaciones de ciudadanos. Sus celebraciones y conmemoraciones comenzaron durante esas épocas y es por lo que aún hoy siguen, con algunas transformaciones por el tiempo, con el mismo espíritu y contenidos y filosofía que en aquellos tiempos.Razón de ser del Festejo de Moros y Cristianos en Archena
El hecho de que esta fiesta se celebre en más de 250 poblaciones y ciudades de España y hasta en América ha sido el motivo principal para que historiadores, investigadores, sociólogos y antropólogos se hayan y continúan ocupándose de ella. Es quizás el festejo con más tradición y que más siglos ha permanecido presente en las leyendas y festejos de muchos pueblos. La frase tópica y tan manida de que “eso es de tiempo de moros” se ha oído en cientos y miles de rincones de España y, sobre todo, en el sur y sureste español. Siete siglos conviviendo y luchando moros y cristianos no es fácil olvidar tan rápido.
Patronos, Vírgenes, milagros y secuencias históricas se producían y sucedían en cualquiera de estos siglos en multitud de ocasiones. Algunas de ellas con tanto arraigo entre la población que quedaron impregnadas para siempre en generaciones y generaciones de ciudadanos. Sus celebraciones y conmemoraciones comenzaron durante esas épocas y es por lo que aún hoy siguen, con algunas transformaciones por el tiempo, con el mismo espíritu y contenidos y filosofía que en aquellos tiempos.
Es nuestra historia. La historia de nuestros padres y abuelos.
Con toda probabilidad en Archena, en el Valle de Ricote se celebrarían este tipo de festejos o similares como ocurriera en casi todas las poblaciones de la Región. De hecho, en el siglo XV y XVI era muy propio celebrar festejos con “los mozos vestidos a la usanza de moros “, como se decían en muchas actas de aquellos tiempos de otras tantos municipios. En Archena, también como sucedía en esas poblaciones ante los grandes acontecimientos nacionales se conmemoraban esos hechos con juegos y desfiles de moros y cristianos. Todavía con más motivación, si tenemos en cuenta que de aquí partieron los últimos moriscos de España.
Pero es en 1993 cuando el que suscribe esta crónica con ayuda municipal intenta desarrollar esta fiesta en los tiempos modernos en Archena. Según la afluencia de archeneros que se dieron cita esa tarde de junio en la avenida de El Carril y la expectación que levantó este primer desfile, fue todo un éxito, es decir, se corroboraba la siguiente afirmación: En Archena esta fiesta gusta, entusiasma.
Al año siguiente, 1994, se intenta, también el que suscribe con ayuda de algunos archeneros que ya querían participar en este festejo crear la primera kábila o grupo de moros festeros y se consigue: los Moros Almohades de Archena desfilan por las calles Ramón y Cajal, Carril y Carretera del Balneario por primera vez. Sólo eran los comienzos. Almorávides de Caravaca, Almorávides de Murcia, Templarios e Infante Juan Manuel acompañan a estos primeros festeros en sus primeros pasos hacia una importante celebración que se imponía popularmente en Archena.
Al año siguiente se suman más filas de mujeres y niños (muchos de ellos hijos de las escuadras de los mayores). La fiesta de Moros y Cristianos en Archena era ya una realidad. Los tiempos iban a cambiar.
Todo fue distinto un año después, la coyuntura social de esos años hizo acabar con la idea aunque perduraron las ilusiones y la esperanza, porque 13 años después algunos de esos primeros almohades vuelven a intentar con la idea y el proyecto de continuar en una RENOVACIÓN de la fiesta en Archena. Y con ayuda de nuevo del que suscribe se reintenta desarrollar el festejo.
Ahora se trata de cumplir con las reglas más elementales de la celebración de Moros y Cristianos e intentar crear y fundar más grupos tanto de moros como de cristianos para poder llevar a cabo con más realidad este festejo.
Se refuerzan los Almohades de Archena, se crean las Mudéjares de Archena y los Escorpiones Negros y lo intentan también los Ben Yusuf y los cristianos de la Orden de San Juan de Jerusalem.
José Fernando Domene Verdú y el murciano y fundador de las fiestas murcianas, Juan José Capel, siempre han defendido la idea básica de que estas fiestas para celebrarse con suficiente razón de ser deben de cumplir con la trilogía festera e inventada ya desde el siglo XVII en Alcoy , es decir, toda fiesta de moros y cristianos en cualquier rincón de España donde se celebre tiene que contar en sus programa con tres actos fundamentales: un gran desfile espectáculo, una ofrenda de flores o procesión con el patrón o patrona de la población (protagonista del festejo) y una Embajada o una Comedia de la Historia donde se refleja en actos de un auténtica recreación teatral algún acontecimiento o secuencia de la historia de la población donde se basa la razón de ser de su correspondiente fiesta de Moros y Cristianos. Las tres condiciones básicas de esta fiesta se pueden cumplir y llevar a cabo en Archena como en cualquiera de las que componen la UNDEF (la Unión Nacional de Entidades Festeras de España).
Ya en el año 2008, en un primer intento de la Renovación de estas Fiestas en Archena, se intentó. COMENZABA LA RENOVACIÓN Y RECUPERACIÓN DEL FESTEJO PARA ARCHENA.
Tomás Guillén
Es nuestra historia. La historia de nuestros padres y abuelos.
Con toda probabilidad en Archena, en el Valle de Ricote se celebrarían este tipo de festejos o similares como ocurriera en casi todas las poblaciones de la Región. De hecho, en el siglo XV y XVI era muy propio celebrar festejos con “los mozos vestidos a la usanza de moros “, como se decían en muchas actas de aquellos tiempos de otras tantos municipios. En Archena, también como sucedía en esas poblaciones ante los grandes acontecimientos nacionales se conmemoraban esos hechos con juegos y desfiles de moros y cristianos. Todavía con más motivación, si tenemos en cuenta que de aquí partieron los últimos moriscos de España.
Pero es en 1993 cuando el que suscribe esta crónica con ayuda municipal intenta desarrollar esta fiesta en los tiempos modernos en Archena. Según la afluencia de archeneros que se dieron cita esa tarde de junio en la avenida de El Carril y la expectación que levantó este primer desfile, fue todo un éxito, es decir, se corroboraba la siguiente afirmación: En Archena esta fiesta gusta, entusiasma.
Al año siguiente, 1994, se intenta, también el que suscribe con ayuda de algunos archeneros que ya querían participar en este festejo crear la primera kábila o grupo de moros festeros y se consigue: los Moros Almohades de Archena desfilan por las calles Ramón y Cajal, Carril y Carretera del Balneario por primera vez. Sólo eran los comienzos. Almorávides de Caravaca, Almorávides de Murcia, Templarios e Infante Juan Manuel acompañan a estos primeros festeros en sus primeros pasos hacia una importante celebración que se imponía popularmente en Archena.
Al año siguiente se suman más filas de mujeres y niños (muchos de ellos hijos de las escuadras de los mayores). La fiesta de Moros y Cristianos en Archena era ya una realidad. Los tiempos iban a cambiar.
Todo fue distinto un año después, la coyuntura social de esos años hizo acabar con la idea aunque perduraron las ilusiones y la esperanza, porque 13 años después algunos de esos primeros almohades vuelven a intentar con la idea y el proyecto de continuar en una RENOVACIÓN de la fiesta en Archena. Y con ayuda de nuevo del que suscribe se reintenta desarrollar el festejo.
Ahora se trata de cumplir con las reglas más elementales de la celebración de Moros y Cristianos e intentar crear y fundar más grupos tanto de moros como de cristianos para poder llevar a cabo con más realidad este festejo.
Se refuerzan los Almohades de Archena, se crean las Mudéjares de Archena y los Escorpiones Negros y lo intentan también los Ben Yusuf y los cristianos de la Orden de San Juan de Jerusalem.
José Fernando Domene Verdú y el murciano y fundador de las fiestas murcianas, Juan José Capel, siempre han defendido la idea básica de que estas fiestas para celebrarse con suficiente razón de ser deben de cumplir con la trilogía festera e inventada ya desde el siglo XVII en Alcoy , es decir, toda fiesta de moros y cristianos en cualquier rincón de España donde se celebre tiene que contar en sus programa con tres actos fundamentales: un gran desfile espectáculo, una ofrenda de flores o procesión con el patrón o patrona de la población (protagonista del festejo) y una Embajada o una Comedia de la Historia donde se refleja en actos de un auténtica recreación teatral algún acontecimiento o secuencia de la historia de la población donde se basa la razón de ser de su correspondiente fiesta de Moros y Cristianos. Las tres condiciones básicas de esta fiesta se pueden cumplir y llevar a cabo en Archena como en cualquiera de las que componen la UNDEF (la Unión Nacional de Entidades Festeras de España).
Ya en el año 2008, en un primer intento de la Renovación de estas Fiestas en Archena, se intentó. COMENZABA LA RENOVACIÓN Y RECUPERACIÓN DEL FESTEJO PARA ARCHENA.
Tomás Guillén
Hecho que se conmemora Poco sabemos sobre la larga etapa musulmana, pero es de suponer que Archena, como otras zonas, tendría una cierta densidad de poblamiento disperso constituido por núcleos o alquerías en las zonas de regadío al que correspondería el castillo (hisn era el nombre que se aplicaba tanto al punto fortificado como a la entidad de población) como elemento central. En efecto, sobre una antigua fortificación romana los árabes levantaron una fortaleza y castillo para controlar la salida del Valle de Ricote y proteger sus huertas a orillas del Segura. Este castillo fue entregado por el Infante don Alfonso (futuro Alfonso X y conquistador del reino de Murcia) a uno de los caballeros de su hueste por un privilegio de 1243, documento en el que aparece el nombre de Archena por primera vez en la historia: "da en tenencia lo de Archena y otros tres castillos a D. Rodrigo López de Mendoza". Esta posesión duraría poco puesto que apenas un año después, el 15 de julio de 1244 el Infante concedió la propiedad a la Orden de San Juan en la persona de su Comendador frey Guillén de Mondragón:
"...otorgo a el e a la Horden del Hospital...el castillo de Archena con su villa por heredat con montes e con fuentes e con pastos, con entradas e con salida, con todos sus terminos e con todas pertenencias, así como las avie Archena en tiempo de moros..."
La población de Calasparra pasó también a ser propiedad de la Orden de San Juan un tiempo después, en 1266, formando ambas villas una única Encomienda. Posteriormente el castillo se vio implicado en las guerras civiles castellanas del siglo XV hasta que el príncipe don Enrique ordenó su completa demolición en 1452, de forma que hoy apenas quedan unas ruinas.
Las Ordenes Militares surgidas con las Cruzadas estaban integradas por monjes soldados, que además de sus votos monásticos juraban también dedicar su vida a la defensa de la cristiandad. Para ser admitido como caballero era necesario probar la descendencia de antepasados nobles de nombre y armas y tener complexión robusta. Tuvieron una gran importancia en la Reconquista española y no es de extrañar que su presencia (en especial la de la Orden de Santiago) fuera grande en el Reino de Murcia que permaneció durante tres siglos como frontera frente al Islam. El origen de la Orden de San Juan está en un hospital fundado en Jerusalén para acoger a los peregrinos. Una importante particularidad de la Orden Hospitalaria es su carácter internacional, su presencia en numerosos países, lo que permitió que escapara al control directo de la Corona, ya que desde los Reyes Católicos son los monarcas los Grandes Maestres de las Ordenes Militares españolas. La jerarquía de los Hospitalarios estaba encabezada por el Gran Maestre, el Prior era la cabeza de la Orden en cada provincia, mientras que el Comendador era la máxima autoridad de una encomienda. Pronto los Comendadores pasaron a vivir en la Corte, se hicieron absentistas, como la mayor parte de la nobleza a la que pertenecían.
El señorío jurisdiccional que mantenía la Orden se ejercía por medio del alcalde mayor que actuaba en las causas civiles y criminales, tanto en primera instancia como en apelación. El Comendador debía confirmar las ordenanzas municipales y a los cargos electos que componían el Concejo. Nombraba asimismo al alcalde mayor y al escribano y recaudaba sus propios tributos, reteniendo una parte sustancial del diezmo (al pertenecer a una Orden Militar, Archena no pagaba el diezmo al Obispado de Cartagena), así como otros impuestos. Además la Orden contaba con rentas procedentes de su patrimonio, era propietaria directa de ricos terrenos de regadío, especialmente en La Algaida, de diferentes inmuebles como la Casa Grande (que vendió ya en el siglo XV) de monopolios como el molino, y especialmente de los Baños Termales. Archena perteneció a la Orden de Malta hasta las desamortizaciones de mediados del siglo XIX, es decir, más de seis siglos. Como recuerdo de este larguísimo período de su historia el escudo de la villa mantiene las dos cruces de ochos puntas características de la Orden.
EL HECHO O ACONTECIMIENTO HISTÓRICO DE ARCHENA QUE SE CONMEMORA CON LA FIESTA DE MOROS Y CRISTIANOS
En 1462, pacificada ya la zona, la Orden decidió facilitar la repoblación otorgando para ello una Carta-Puebla en la que se establecían las condiciones de los residentes, mucho más duras y gravosas que las otorgadas a Calasparra que había sido repoblada por cristianos mientras que Archena estaba regida por una aljama de moros. A principios del siglo XVI los Reyes Católicos deciden unificar religiosamente sus reinos, obligando a los seguidores del Islam a convertirse al cristianismo o exiliarse del país. Tras el bautismo masivo subsiguiente los mudéjares de Archena y el Valle de Ricote pasan a convertirse en moriscos , rigiéndose por el concejo castellano; con ello las condiciones y tributos debidos a la Orden se suavizaron algo. Este siglo conoció un aumento demográfico y un desarrollo de la superficie cultivada, siendo por entonces las producciones más importantes el arroz, el panizo, al aceite y la cebada. El siglo XVII por el contrario, implicó un retroceso en todos los órdenes.
Se inició con la expulsión definitiva de los moriscos (1613) que, especialmente tras la guerra de las Alpujarras, eran acusados de conservar subrepticiamente sus antiguas creencias religiosas y de apoyar a los piratas berberiscos que hostigaban las costas. En Archena parece que de las 86 familias moriscas censadas, más de la mitad pudieron evitar la expulsión o volver al poco tiempo, pero el evidente descenso demográfico se vio magnificado por una serie de calamidades que asolaron la región: riadas, sequías, plagas de langosta, terremotos y pestes. La siguiente centuria comienza con una guerra civil, la provocada por la disputa del vacante trono de España entre las Casas de Habsburgo y Borbón.
Tomás Guillén
"...otorgo a el e a la Horden del Hospital...el castillo de Archena con su villa por heredat con montes e con fuentes e con pastos, con entradas e con salida, con todos sus terminos e con todas pertenencias, así como las avie Archena en tiempo de moros..."
La población de Calasparra pasó también a ser propiedad de la Orden de San Juan un tiempo después, en 1266, formando ambas villas una única Encomienda. Posteriormente el castillo se vio implicado en las guerras civiles castellanas del siglo XV hasta que el príncipe don Enrique ordenó su completa demolición en 1452, de forma que hoy apenas quedan unas ruinas.
Las Ordenes Militares surgidas con las Cruzadas estaban integradas por monjes soldados, que además de sus votos monásticos juraban también dedicar su vida a la defensa de la cristiandad. Para ser admitido como caballero era necesario probar la descendencia de antepasados nobles de nombre y armas y tener complexión robusta. Tuvieron una gran importancia en la Reconquista española y no es de extrañar que su presencia (en especial la de la Orden de Santiago) fuera grande en el Reino de Murcia que permaneció durante tres siglos como frontera frente al Islam. El origen de la Orden de San Juan está en un hospital fundado en Jerusalén para acoger a los peregrinos. Una importante particularidad de la Orden Hospitalaria es su carácter internacional, su presencia en numerosos países, lo que permitió que escapara al control directo de la Corona, ya que desde los Reyes Católicos son los monarcas los Grandes Maestres de las Ordenes Militares españolas. La jerarquía de los Hospitalarios estaba encabezada por el Gran Maestre, el Prior era la cabeza de la Orden en cada provincia, mientras que el Comendador era la máxima autoridad de una encomienda. Pronto los Comendadores pasaron a vivir en la Corte, se hicieron absentistas, como la mayor parte de la nobleza a la que pertenecían.
El señorío jurisdiccional que mantenía la Orden se ejercía por medio del alcalde mayor que actuaba en las causas civiles y criminales, tanto en primera instancia como en apelación. El Comendador debía confirmar las ordenanzas municipales y a los cargos electos que componían el Concejo. Nombraba asimismo al alcalde mayor y al escribano y recaudaba sus propios tributos, reteniendo una parte sustancial del diezmo (al pertenecer a una Orden Militar, Archena no pagaba el diezmo al Obispado de Cartagena), así como otros impuestos. Además la Orden contaba con rentas procedentes de su patrimonio, era propietaria directa de ricos terrenos de regadío, especialmente en La Algaida, de diferentes inmuebles como la Casa Grande (que vendió ya en el siglo XV) de monopolios como el molino, y especialmente de los Baños Termales. Archena perteneció a la Orden de Malta hasta las desamortizaciones de mediados del siglo XIX, es decir, más de seis siglos. Como recuerdo de este larguísimo período de su historia el escudo de la villa mantiene las dos cruces de ochos puntas características de la Orden.
EL HECHO O ACONTECIMIENTO HISTÓRICO DE ARCHENA QUE SE CONMEMORA CON LA FIESTA DE MOROS Y CRISTIANOS
En 1462, pacificada ya la zona, la Orden decidió facilitar la repoblación otorgando para ello una Carta-Puebla en la que se establecían las condiciones de los residentes, mucho más duras y gravosas que las otorgadas a Calasparra que había sido repoblada por cristianos mientras que Archena estaba regida por una aljama de moros. A principios del siglo XVI los Reyes Católicos deciden unificar religiosamente sus reinos, obligando a los seguidores del Islam a convertirse al cristianismo o exiliarse del país. Tras el bautismo masivo subsiguiente los mudéjares de Archena y el Valle de Ricote pasan a convertirse en moriscos , rigiéndose por el concejo castellano; con ello las condiciones y tributos debidos a la Orden se suavizaron algo. Este siglo conoció un aumento demográfico y un desarrollo de la superficie cultivada, siendo por entonces las producciones más importantes el arroz, el panizo, al aceite y la cebada. El siglo XVII por el contrario, implicó un retroceso en todos los órdenes.
Se inició con la expulsión definitiva de los moriscos (1613) que, especialmente tras la guerra de las Alpujarras, eran acusados de conservar subrepticiamente sus antiguas creencias religiosas y de apoyar a los piratas berberiscos que hostigaban las costas. En Archena parece que de las 86 familias moriscas censadas, más de la mitad pudieron evitar la expulsión o volver al poco tiempo, pero el evidente descenso demográfico se vio magnificado por una serie de calamidades que asolaron la región: riadas, sequías, plagas de langosta, terremotos y pestes. La siguiente centuria comienza con una guerra civil, la provocada por la disputa del vacante trono de España entre las Casas de Habsburgo y Borbón.
Tomás Guillén
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