La OpiniónT. DOMÍNGUEZ / D. GÓMEZ
Los dos atracadores detenidos en Valencia horas después de que asaltaran a un joyero de Archena, a quien hirieron en la cara con una pistola de fogueo, acabaron confesando a la Policía y al juez que actuaron desesperados por su crítica situación económica. Ambos, que ingresaron en la prisión de Picassent, explicaron que, tras varios años trabajando en España, en el sector de la construcción, la crisis económica los condenó a meses y meses de desempleo. Así, dijeron, optaron por regresar a sus países, Paraguay y Uruguay respectivamente, pero como no tenían fondos para pagar los billetes de avión, decidieron robar para hacerse con el dinero.
Según las fuentes consultadas por LA OPINIÓN, los dos detenidos son un joven paraguayo de 23 años, casado y con un hijo, y un hombre de 27 y de nacionalidad uruguaya. Al parecer, ambos han residido durante años en la Región y trabajaban en una empresa que se dedicaba a ejecutar obra pública. Pero la crisis hizo que los contratos de ambos fueran rescindidos. Y una vez agotado el paro, la situación de los dos empezó a tornarse realmente crítica.
Extinguida toda posibilidad de trabajo remunerado a corto plazo, decidieron que lo mejor sería regresar cada uno de ellos a su país de origen. Pero no había ni dinero en metálico para los vuelos, así que pensaron en un único golpe para hacerse con el dinero.
Ambos entraron en la joyería de López-Ortiz de Archena y, tras encañonar con pistolas de fogueo al dueño, lograron hacerse con dos bolsas de viaje de gran tamaño llenas de bisutería, relojes, cadenas y joyas, valorado todo ello en algo más de 20.000 euros. Sin embargo, la falta de profesionalidad hizo que uno de ellos perdiera los nervios y disparase contra el joyero, Ángel López.
Una vez habían logrado el botín, escaparon a bordo de un Volkswagen Golf de color rojo y emprendieron viaje a Valencia donde, al parecer, pretendían vender las joyas para comprar los billetes de avión. Sin embargo, el Cuerpo Nacional de Policía frustró sus planes en Valencia.
´Lo único que pido es que cumplan las penas´
Según las fuentes consultadas por LA OPINIÓN, los dos detenidos son un joven paraguayo de 23 años, casado y con un hijo, y un hombre de 27 y de nacionalidad uruguaya. Al parecer, ambos han residido durante años en la Región y trabajaban en una empresa que se dedicaba a ejecutar obra pública. Pero la crisis hizo que los contratos de ambos fueran rescindidos. Y una vez agotado el paro, la situación de los dos empezó a tornarse realmente crítica.
Extinguida toda posibilidad de trabajo remunerado a corto plazo, decidieron que lo mejor sería regresar cada uno de ellos a su país de origen. Pero no había ni dinero en metálico para los vuelos, así que pensaron en un único golpe para hacerse con el dinero.
Ambos entraron en la joyería de López-Ortiz de Archena y, tras encañonar con pistolas de fogueo al dueño, lograron hacerse con dos bolsas de viaje de gran tamaño llenas de bisutería, relojes, cadenas y joyas, valorado todo ello en algo más de 20.000 euros. Sin embargo, la falta de profesionalidad hizo que uno de ellos perdiera los nervios y disparase contra el joyero, Ángel López.
Una vez habían logrado el botín, escaparon a bordo de un Volkswagen Golf de color rojo y emprendieron viaje a Valencia donde, al parecer, pretendían vender las joyas para comprar los billetes de avión. Sin embargo, el Cuerpo Nacional de Policía frustró sus planes en Valencia.
´Lo único que pido es que cumplan las penas´
"Que cumplan las penas. Es lo único que pido como trabajador y como padre de familia". Así reacciona Ángel López Pastor, el joyero atracado en Archena, tras conocer que las dos personas que le robaron la pasada semana y le agredieron con una pistola de fogueo se encuentran en prisión. "Si quieren volver a su país, que trabajen como todo el mundo, pero que no pongan en peligro la integridad de padres de familia que trabajan cada día para dar de comer a sus hijos", señaló Ángel López, quien matizó las declaraciones que realizó a LA OPINIÓN el pasado sábado. "En ningún momento dije que eran unos imbéciles y he de aclarar que no tengo artículos de oro o brillantes en los mostradores". El joyero asegura que tanto él como sus compañeros del sector "sufrimos una inseguridad brutal, y no de ahora, sino de toda la vida". Ángel López volvió a abrir su joyería el pasado sábado "con más ganas de nunca" y felicitó a las fuerzas de seguridad "porque han hecho un trabajo increíble para resolver este caso".
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