Entrevista a Miguel Lloret, presidente del Balneario de Archena y de la Mesa del Turismo de la Región
18.03.13 - 22:31 -
Fernando Perals | Archena/ La Verdad
Miguel Lloret (Alicante, 1958) asumió la presidencia del Balneario de Archena el pasado año, avalado por su gestión durante los últimos años. Un centro de referencia nacional en el turismo termal y que todos los fines de semana logra ocupar el 100% de sus habitaciones. Lloret es, además, presidente del Consorcio de Turismo de Salud de la Región y, desde el pasado jueves, presidente de la Mesa del Turismo, en sustitución de Eva Gargallo.
-¿En que se basa el éxito de su establecimiento?
-En el trabajo de muchas décadas. El Balneario de Archena, en los años 60 y 70, se consolidó como líder en el sector del turismo de salud. La fama y la calidad de sus lodos, los mejores de España, hacen que la gente nos visite. En los 80 fuimos los primeros en comercializar nuestra oferta a través de las agencias de viajes. Con el nacimiento del Imserso, estrenamos el primer programa piloto del Ministerio. Con una inversión constante hemos procurado que la atención al cliente sea un elemento básico de nuestro trabajo. Los empleados están muy identificados con la empresa y ésa es la clave para que un establecimiento funcione. Que el cliente quiera repetir y transmita a sus allegados la bondad de la estancia.
-La empresa lleva varios meses en concurso de acreedores. ¿Cómo llevan esta situación?
-En un momento de bonanza realizamos una gran inversión, cuya financiación no pudimos hacer frente por la caída de márgenes y ventas. Creo que la mayoría no sabe muy bien qué es un concurso de acreedores, una herramienta que se ha demonizado. No es la manera de cerrar una empresa, sino la más fácil y objetiva que prevé la ley para salir de una situación puntual de falta de liquidez. Si todo va como hasta ahora, saldremos antes de acabar el año. La imagen de marca y el número de clientes permiten salvar la actual situación.
-Parece que para el turismo de salud no existe ninguna crisis.
-Está de moda, pero hay que tener en cuenta el estado de recesión en el que nos encontramos. No obstante, desde hace diez años el número de ciudadanos que apuestan por este sector ha ido creciendo. La gente no solo quiere curarse -la primera motivación por la que se venía aquí- sino que quieren prevenir dolencias. El cliente de tratamientos se lo lleva en su mayoría el Imserso, y éste ha caído porque ya no existe tanto poder adquisitivo. El ciudadano sigue saliendo, pero se gasta menos: reduce comidas, recorta en masajes, suspende salidas... Ahora, el fin de semana es solo la noche del sábado. La gente que viene el viernes y cena, se queda el sábado y sale el domingo después de comer en nuestras instalaciones supone el 20% de los alojados. Nuestro gran problema es que dependemos totalmente del mercado nacional, que está en crisis. Debemos pelear por atraer al cliente extranjero.
-Como presidente de la Mesa del Turismo de la Región, ¿cree que Murcia se vende bien?
-Nos encontramos en una posición muy débil, porque Murcia nunca ha tenido una marca que defina su propio turismo, su producto. Y si el destino no la tiene, difícilmente vamos a venderla. No solo es labor del empresariado. El tener una marca propia, que esté por encima de colores políticos, es trabajo de los poderes públicos. Siempre he conocido la Costa del Sol como identificativa de una zona concreta. Murcia, en los últimos 30 años, ha tenido cinco formas de promocionar la Región. Es un defecto que tenemos que solucionar de una vez por todas. Que no estemos cuestionando cada año la promoción de nuestra tierra. Sería un primer paso para consolidarnos, ya que el éxito depende de mantenerlo en el tiempo. De forma inmediata, los empresarios -por el conocimiento que tenemos del mercado, al ofrecer productos atractivos y diferenciales- tenemos que ir de la mano del sector público para atraer más turistas.
-¿Ha notado la reducción de plazas en los viajes del Imserso?
-Somos líderes con mucha diferencia sobre nuestros competidores más próximos. Hemos ofertado este año 4.600 plazas y tenemos más de 15.000 solicitudes.
-En casi todos los hoteles ya existe un 'spa' con un circuito termal. ¿Ha aumentado la competencia?
-En los balnearios tenemos aguas mineromedicinales, realizamos tratamientos y existen consultas médicas. La moda del 'spa' se importa de Estados Unidos como una manera de vender el equipamiento a los hoteles, no como forma de relajación. Existen dos vertientes: la de los centros con 'spa', aunque solo haya una bañera con burbujas, y aquellos que han querido entrar en este mercado, con los servicios complementarios y buenas instalaciones. Desde el sector siempre se ha visto muy mal, pero yo no lo veo así. Existe una competencia que ha entrado con sus precios, pero hay una gran diferencia entre los servicios que unos y otros ofrecen.
-El hotel Termas cumplió 150 años en 2012. ¿Es lo más mimado del balneario?
-Sin duda. Creo que lo será siempre, porque debajo de sus instalaciones tiene el manantial, que es la madre de todo este negocio. La decoración mozárabe de sus termas es su valor añadido. El hotel León es más antiguo - de 1858-, pero hace cinco años estábamos pasando una mala época y no pudimos celebrar su aniversario.
-¿Cuáles son las fortalezas y las debilidades del sector?
-Una de las grandezas más importantes es nuestra diferenciación por las aguas medicinales, que es un valor del que somos conscientes, pero quizás no sabemos transmitirlo por la propia confusión del mercado. Tenemos que ir a por los turistas alemanes, como ya hicimos hace varias décadas. Solo el de Archena y el de Solares -que buscaban el público británico por su cercanía, a través de los enlaces por ferry con Brighton- nos centramos como objetivo en los ciudadanos más allá de nuestras fronteras. Hay que volver a insistir.
-¿Es poco sensible el extranjero a los beneficios de los balnearios?
-Al contrario. Francia, Alemania y Rusia tienen una cultura termal muy arraigada. Nosotros peleamos, en su momento, por incluirlo también en el recetario de la Seguridad Social, y de ahí nació el Imserso. Pero aunque somos la segunda potencia mundial en turismo, no estamos bien posicionados en el de salud.
-¿Le da importancia a la promoción en las redes sociales?
-En los últimos cuatro años, en el que ha descendido el número del cliente tradicional, estamos salvando gran parte nuestra ocupación por el trabajo que hacemos en internet. Trabajar en la Red y estar activos en Facebook -donde hemos superado los 40.000 seguidores, casi como Paradores- es fundamental hoy en día para este negocio.
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