Archena alcanzó los 44,4 grados y en Murcia se llegó a 42,6; la alerta roja se mantiene hoy
El calor también apretó en Lorca, el Noroeste y el Altiplano, con temperaturas superiores a los 40
«Esto es insoportable», rezongaba Julio Caravaca ayer a mediodía mientras trabajaba en una obra del barrio del Infante de Murcia. Un termómetro cercano marcaba, desafiante, una cifra: 43 grados al sol. Las máximas batieron ayer el récord del verano en la Región. Lo hicieron en Archena, con 44,4 grados, según informó la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). A la zaga le siguieron Calasparra, con 44,3 grados, Lorca (44,2), Zarcilla de Ramos (44,1), y Jumilla (43,5).
En Murcia se sufrieron 42,6, y en Cieza 42,8. Pero también en la costa el bochorno fue tremendo. En el aeropuerto de San Javier se llegó a 37,4 y en Águilas a 34. En Cartagena, la estación de la Aemet captó una máxima de 30 grados, aunque la sensación de calor fue muy superior.
Si salir a la calle resultó imposible, dormir también lo fue. A la una de la madrugada, en Lorca aún marcaba el termómetro casi 28 grados, y se rozaban los 27 en Murcia. La temperatura en la capital de la Región no bajó de los 23,6 grados, ya en el amanecer.
¿Cómo sobrevivir en estas condiciones trabajando a pleno sol? Julio Caravaca y sus compañeros tienen la lección bien aprendida. «Tenemos que beber mucha agua, entre 5 y 6 litros. Si no, no aguantaríamos ni un día». Aun así «pierdes algún kilo», admiten. Entre las tres y las cuatro de la tarde, trabajar en la calle debería estar prohibido, advierten. Pero ayer era posible, pese a la que estaba cayendo, encontrarse con algún valiente -más bien insensato- a pleno sol en las horas centrales del día.
«He vivido pocos veranos como este. Junio ya empezó fuerte, pero lo de hoy no tiene nombre», contaba Julio Caravaca. Las calles estaban ayer medio vacías, y la sombras se hacían imprescindibles, convirtiéndose casi en el único sitio donde poder pasar unos minutos. Aunque no servía a todos. «Ni a la sombra se puede estar, un auténtico infierno parece la ciudad», comentaba Juana Ruiz mientras esperaba el autobús, cargada de bolsas y sujetando una sombrilla para protegerse del sol.
El calor no dio tregua desde primera hora de la mañana. Quienes se vieron obligados a salir -o no tuvieron más remedio- lo hicieron botella de agua en mano. «Llevo todo el día bebiendo líquido y buscando las sombras; ganas me dan de meter la cabeza debajo de una fuente cada cinco minutos», aseguraba Javier Hidalgo, comercial obligado a patearse la ciudad caiga lo que caiga.
Protección Civil mantuvo la alerta roja activa desde primera hora, y aunque en un principio se pensó que lo peor de la ola de calor se viviría ayer y que hoy la Región podría respirar, ya no está tan claro. La Aemet advirtió que a partir de las doce de esta mañana se pueden alcanzar de nuevo los 42 grados en algunas zonas. Por eso, la alerta roja sigue activa.
111 asistencias
Pese a las altas temperaturas de los últimos días, de momento no se han producido golpes de calor graves, según informa la Consejería de Sanidad. Desde principios de junio se ha atendido a 111 personas por problemas relaciones con el calor, pero solo 7 pacientes han sido derivados a los hospitales (dos casos leves y cinco moderados). Contrariamente a veranos anteriores, hasta el momento no se ha producido ningún fallecimiento en la Región por efecto de las altas temperaturas.
Por su parte, la Delegación del Gobierno ha alertado de que existe un riesgo extremo de incendios, por lo que ha pedido a los ciudadanos extremar las precauciones y evitar imprudencias. El riesgo extremo se mantiene al menos hasta el domingo, si bien el nivel de alerta pasará de rojo a naranja si se cumplen las previsiones. Las autoridades piden precaución para evitar incidencias.
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