LAS FIESTAS DE LA ALGAIDA SE ACERCAN. ¡VIVA LA ALGAIDA!
Perplejidad es lo que uno siente al pasear hoy por la calle Principal de la Algaida, si te acercas lo verás, en la fachada de la Iglesia Parroquial “Virgen del Rosario” de esta pedanía archenera, observarás que se han colocado tres banderas, la de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, la bandera de España y la de “El Vaticano”.
Como vecino me gustan mis fiestas, y también me gusta que mis paisanos adornen sus ventanas y balcones, cada uno escoge lo que más le apetece, unos banderas otros símbolos religiosos, incluso los más tradicionales todavía sacan a la calle cubiertas bordadas o de seda, a veces heredadas de sus abuelos, que las conservan con celo y las exponen como si de obras de arte se tratara cuando su patrona recorre las calles de la Algaida.
Este año, como el mundo avanza una barbaridad, hay novedades decorativas que atraen la atención de los curiosos y los vecinos. A lo largo de mi vida, he hecho varios viajes, pero al parecer no los suficientes, porque en ningún sitio que he visitado he podido ver banderas en fachadas de edificios dedicados a culto. Es normal que en las Iglesias se cuelguen pendones o estandartes de alguna Cofradía o Hermandad, o mensajes religiosos. Pero las banderas sobre todo las nacionales, son el símbolo que representa a la nación, y no debe ser asociadas al culto de ninguna religión en concreto. Esta es mi opinión. La bandera de España es el símbolo de todos y cada uno de los españoles, católicos, musulmanes, evangelistas, protestantes y también de los ateos. No se debería utilizar con esta frivolidad, lo mismo opino de la bandera del Estado Vaticano. El Vaticano es un estado independiente y soberano y fuera de sus fronteras no debería utilizarse este símbolo, si no se hace de forma oficial representando al estado en actos oficiales o en las fachadas de las Embajadas que este país tenga en el extranjero.
Lo que estoy relatando aquí, con máximo respeto hacia lo que representa tanto la Iglesia como el Estado, es sólo una llamada de atención hacia nuestra permisividad en la utilización de símbolos. Porque como dicen por ahí “una imagen vale más que mil palabras”. No es bueno que se asocien cosas que no van unidas, porque recordemos señores, que el Estado Español, no tiene una confesión oficial y admite bajo su bandera, afortunadamente, a todas las personas recen a quien recen.
Perplejidad es lo que uno siente al pasear hoy por la calle Principal de la Algaida, si te acercas lo verás, en la fachada de la Iglesia Parroquial “Virgen del Rosario” de esta pedanía archenera, observarás que se han colocado tres banderas, la de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, la bandera de España y la de “El Vaticano”.
Como vecino me gustan mis fiestas, y también me gusta que mis paisanos adornen sus ventanas y balcones, cada uno escoge lo que más le apetece, unos banderas otros símbolos religiosos, incluso los más tradicionales todavía sacan a la calle cubiertas bordadas o de seda, a veces heredadas de sus abuelos, que las conservan con celo y las exponen como si de obras de arte se tratara cuando su patrona recorre las calles de la Algaida.
Este año, como el mundo avanza una barbaridad, hay novedades decorativas que atraen la atención de los curiosos y los vecinos. A lo largo de mi vida, he hecho varios viajes, pero al parecer no los suficientes, porque en ningún sitio que he visitado he podido ver banderas en fachadas de edificios dedicados a culto. Es normal que en las Iglesias se cuelguen pendones o estandartes de alguna Cofradía o Hermandad, o mensajes religiosos. Pero las banderas sobre todo las nacionales, son el símbolo que representa a la nación, y no debe ser asociadas al culto de ninguna religión en concreto. Esta es mi opinión. La bandera de España es el símbolo de todos y cada uno de los españoles, católicos, musulmanes, evangelistas, protestantes y también de los ateos. No se debería utilizar con esta frivolidad, lo mismo opino de la bandera del Estado Vaticano. El Vaticano es un estado independiente y soberano y fuera de sus fronteras no debería utilizarse este símbolo, si no se hace de forma oficial representando al estado en actos oficiales o en las fachadas de las Embajadas que este país tenga en el extranjero.
Lo que estoy relatando aquí, con máximo respeto hacia lo que representa tanto la Iglesia como el Estado, es sólo una llamada de atención hacia nuestra permisividad en la utilización de símbolos. Porque como dicen por ahí “una imagen vale más que mil palabras”. No es bueno que se asocien cosas que no van unidas, porque recordemos señores, que el Estado Español, no tiene una confesión oficial y admite bajo su bandera, afortunadamente, a todas las personas recen a quien recen.
Jose Andres Martinez Perez
Un vecino amante de sus fiestas.
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